PONDREMOS 5 TRUCOS MAS COMUNES Y FACILES

  1. Gamuzas o trapos limpia: Contienen unos productos químicos que mediante la frotación hace que le quitemos el óxido y le devolvamos el brillo.
  2. Limpiametales: Como él Sido, se le aplica a la pieza que queremos limpiar, se deja un rato y después con un trapito y paciencia se va frotando hasta que recupere el brillo.
  3. Desoxidantes: Este método es uno de los alucinante por su efecto inmediato. Sólo tenéis que echar el desoxidante en un tarro hermético e introducir la pieza oxidada en el líquido y enjuagar con abundante agua. Se recomienda secar bien la pieza con un secador o trapo. Hay mucho desoxidante en el mercado, pero nosotros recomendamos.
  4. Bicarbonato: Hay varias maneras de usar el bicarbonato, os dejamos las más utilizadas. Podemos hacer una pasta con agua tibia destilada (podéis sacar el agua del aire acondicionado) y aplicar con cepillo de diente en la pieza o bien se puede poner un recipiente con agua caliente y echar bicarbonato hasta que el agua coja un color uniforme después introducimos la pieza y esperamos hasta que vaya desapareciendo el óxido.